El Mercado de Bonos de Carbono

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Los Bonos de Carbono, o también conocidos como «Créditos de Carbono» son un mecanismo internacional de descontaminación para reducir las emisiones contaminantes al medio ambiente, además es uno de los instrumentos propuestos en el Protocolo de Kioto para la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.

Los bonos de carbono son una forma de asignar un valor monetario a aquellas acciones que contribuyen a reducir, eliminar o evitar emisiones GEI. Un bono de carbono, de hecho, representa una tonelada métrica equivalente de gases de efecto invernadero que, habiendo ya sido emitidos a la atmósfera, son absorbidos o capturados (removidos de la atmósfera), o bien cuya emisión se evita por completo. Estos bonos pueden ser vendidos y comprados en mercados de carbono.

Los bonos de carbono pretenden servir de incentivo financiero para que las empresas reduzcan al mínimo sus emisiones de gases de efecto invernadero y realicen operaciones más ecológicas y sostenibles en la agricultura y otras industrias. Este instrumento de mercado nos ayuda a todos a luchar contra el cambio climático, apoyando programas para reducir o eliminar las emisiones de gases de efecto invernadero.

Bonos de Carbono y su relación con el Cambio Climático

La huella de carbono es una medida de cuantificación del conjunto de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) producidas de forma directa o indirecta por una empresa, individuo, producto, organización o evento en términos de CO2 equivalentes y representa la contribución al fenómeno mundial del cambio climático.

En ese sentido, los bonos de carbono tienen un papel principal en las medidas contra el cambio climático, ya que constituyen un mecanismo para compensar emisiones y/o neutralizarlas, lo que evita emitir gases de efecto invernadero a la atmosfera, permitiendo a las empresas u organizaciones, gestionar sus emisiones.

¿En qué consiste la carbono neutralidad?

El termino carbono neutral hace referencia a la compensación de emisiones de GEI, neutralizando la misma cantidad de GEI que se emiten a la atmosfera. Es decir, se neutraliza la misma cantidad de emisiones de CO2 que emite una persona, empresa, organización, producto o servicio cuando se desarrolla una actividad, invirtiendo económicamente en un proyecto ambiental.

Por su parte, la compensación de carbono es el proceso de financiar proyectos que reducen o eliminan las emisiones de gases de efecto invernadero para compensar las propias emisiones y lograr una huella de carbono Cero. Cada tonelada de carbono absorbida de la atmósfera representa un crédito de carbono o compensación de carbono.

Cuando se ha calculado la huella de carbono de una empresa u organización, se conoce la cantidad de emisiones de GEI generadas por una actividad específica, entonces se puede calcular la cantidad de toneladas de CO2 equivalentes a compensar. Esta compensación de huella de carbono se realiza a través de bonos de carbono certificados que provienen de alguno de los siguientes proyectos:

  • Reforestación
  • Conservación
  • Manejo forestal mejorado
  • Proyectos de energía renovable
  • Proyectos de eficiencia energética

En ese sentido, los proyectos de reforestación obtienen bonos de carbono por cada tonelada de CO2 que absorben de la atmósfera a través de su captura en la biomasa de los árboles. Por otro lado, los proyectos de energía renovable evitan que se liberen a la atmósfera emisiones de CO2 equivalente, ya que disminuyen la demanda de energía proveniente de combustibles fósiles por el aumento de la oferta de energía renovable.

Entre los objetivos de los bonos de carbono está el incentivar a las empresas a esforzarse e invertir en la reforestación, la conservación de la energía y las energías renovables. La importancia de los bonos de carbono es tal que es posible comerciar con ellos y existen multitud de acuerdos de compra-venta entre empresas.

¿Qué es el Mercado de Bonos de Carbono?  

El mercado de bonos de carbono es el sistema que permite la transacción de bonos de carbono a través de la compra y venta de estos. Existen dos tipos de mercados de carbono: los regulados y los voluntarios.

  • Los mercados regulados son aquellos que se rigen por la legislación vigente referente a la emisión de GEI. En general tienen que ver con la cantidad máxima de emisiones GEI permitidas por gobiernos y entidades internacionales. En estos casos, las empresas deben reducir sus emisiones para no exceder dichos topes, o bien comprar permisos para emitir hasta cierto nivel de GEI. Si bien los mercados regulados ofrecen beneficios como un mayor nivel de control, su escalamiento puede tomar más tiempo del disponible para reducir las emisiones a un nivel que permita limitar el impacto del cambio climático. Aquí es donde los mercados voluntarios cobran importancia.
  • Los mercados voluntarios de carbono permiten a las empresas privadas compensar voluntariamente sus emisiones de carbono a través de la compra de bonos de carbono por capturas equivalentes. Los mercados voluntarios se diferencian de los regulados en que no están sujetos a regulaciones y controles oficiales. Los mercados voluntarios han crecido rápidamente en los últimos años, acercándose a los dos billones de dólares en 2022. En paralelo, se dan cada vez más esfuerzos para aumentar la integridad de estos mercados y promocionar la generación de bonos de carbono de alta calidad desarrollando marcos, lineamientos y procesos más robustos.

Mercado de Bonos de Carbono y su aplicación en Chile

En Chile no existe una normativa que obligue a las empresas a medir su huella de carbono, por lo tanto, el mercado de bonos de carbono es un mercado voluntario. Sin embargo, las empresas cada día buscan mayores instancias para plantear mejoras en la sustentabilidad de los procesos, donde se implementan medidas de eficiencia para ellos, lo que a su vez se traduce en ahorro. Además, reportar dichas emisiones y hacerlas públicas puede mostrar a la población que la empresa u organización tiene un comportamiento responsable y sustentable, aspecto que cada vez adquiere mayor relevancia.

A esto se suman las exigencias de los mercados internacionales, donde la preocupación por la huella de carbono de los productos ha aumentado bastante. A tal nivel, que, en Francia, por ejemplo, a través de la Ley Grenelle, se exige a todos los proveedores de productos de alimentos y sus derivados indicar la huella de carbono asociada a cada producto, lo cual obliga a los exportadores informar sobre las emisiones de gases de efecto invernadero generadas en la elaboración y trasporte de estos.

En ese sentido, en Chile existen algunas opciones para la transacción de bonos de carbono, como son las siguientes:

SCX Santiago Climate Exchange

Es una organización privada, fruto de la alianza inicial de BTG Pactual (ex Celfin) y Fundación Chile. Comenzó en 2011 con el anhelo de aportar a la creación y desarrollo de la industria de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero en Chile y la región. El Estándar Internacional de I-REC está presente en 57 países, y es reconocido por las principales iniciativas globales como el Protocolo de Gases de Efecto Invernadero (GHGP), CDP y RE100, como una herramienta sólida para los instrumentos de seguimiento creíbles y auditables, para su uso en todo el mundo.

Desde el año 2018 es el Emisor Local de I-REC Internacional en Chile. El rol es apoyar a las empresas generadoras chilenas para dar un valor agregado a la producción de sus energías renovables, que les permita entregar a sus clientes, su electricidad con el atributo de renovable desde su fuente de origen.

Referencias:

https://mma.gob.cl/
Ministerio del Medio Ambiente:
https://mma.gob.cl/cambio-climatico/
http://www.iso.org/
https://eos.com
https://solidaridadlatam.org

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